Tan fácil, pero…tan dificil

Quiero hacer mi aportación al tema de los errores que cometen bastantes directivos de empresa. Tras leer a Porter, cada vez tengo más claros algunos asuntos.

Errores, por haber, hay muchos y variados, y lógicamente no es lo mismo según el tamaño de la empresa, pues poco tiene que ver en la forma de dirigir una gran empresa que una PYME, pero sí se pueden dar ciertas cosas comunes a tener en cuenta.

Y algo totalmente común es el entorno en el que trabajan las empresas, que si alguno no se ha dado cuenta el entorno es, es, es…..ya no es, fue. Es decir, es CAMBIANTE. ¿A alguien le suena los entornos VUCA?

Con la globalización y la facilidad de comunicación y transporte está claro que el mundo corre cada vez más, y eso hace que existan pocas cosas que perduren, y menos en el tema empresarial. Y por supuesto, con las prisas y la velocidad todo debe estar AQUÍ y AHORA.

Pues un directivo, si quiere liderar bien su empresa debe tener muy claro esto y por lo tanto debe ser un ágil, rápido, flexible, de determinaciones rápidas. Poco va a valer estar con métricas, afinando procesos, puliendo procedimientos de un mismo producto. Hay que ir al cambio o el cambio nos llegará sí o sí. (Lo cual no significa abandonar la mejora continua, por supuesto).

Con esta idea el directivo-líder se debe asemejar al tipo transformacional más que transaccional. Hay que motivar el cambio. Como dice Porter, el líder debe vivir la estrategia, hacerla suya, “sudarla”, y sobre todo…transmitirla.

Por lo tanto, aquello que no se acerque a este esquema va a ser claramente una empresa no sostenible. De poco sirve optimizar procesos o recursos, pues es estar trabajando en lo mismo. Esto solo puede ser bueno para el cortoplacismo y la falta de sostenibilidad.

El otro tema que también trata Porter es la comunicación. El directivo-líder que no sea capaz de transmitir a los empleados en espíritu, la estrategia, la base de la empresa, no va a poder motivar a los trabajadores que se van a sentir como solo un eslabón de una cadena, sin espíritu. Fantástica forma de perder talento y capital humano.

Pero todavía hay que tener en cuenta otro elemento fundamental: no solo es importante definir la estrategia, hay que saber IMPLEMENTAR la estrategia. El líder que no sepa realizar este trabajo estará perdiendo competitividad y posibilidad de crecimiento acercándose por lo tanto al fracaso.